martes, 17 de julio de 2012

Rosita y su mundo de Oz



Érase una vez una niña bonita que se llamaba Rosita. Rosita buscaba un sueño que había tenido esa noche. Soñó que iba a un cole, pero ese era un cole diferente, mágico, ¡lleno de colores! donde desde que entrabas por la puerta todo cuanto imaginabas era posible.

Así que Rosita se recorrió todos los coles de su barrio buscando ese lugar especial que sólo existía en su sueño. Y anda que te anda se lo recorrió entero y nada. Ella pensaba que tenía que existir ese cole y preguntó a un caracol rojo que encontró en su camino si lo conocía. Y le explicó cómo era, así que  el caracol le dijo que él le ayudaría a buscarlo, ¡porque en ese cole le encantaría vivir!


¡Así que siguieron los dos buscando ese cole mágico! Y siguieron paseando por toda la ciudad hasta que se cansaron y se sentaron en un columpio del parque también rojo, que enseguida le dijo a Rosita:

- ¿Qué te pasa niña? ¿Por qué tan triste?
- No encuentro mi cole mágico...

Y Rosita le explicó al columpio cómo era ese cole...



- ¡Me apunto yo también a buscarlo! Quiero vivir allí entreteniendo a los niños!

Y los tres persiguieron su sueño y llegaron hasta Francia, y les cayó una lluvia torrencial que les empapó hasta que salió el Arco Iris que extrañado les pregunto a los tres:

- ¿Qué hacéis por aqui? ¿A donde vais?
- Estamos buscando el cole mágico - Respondieron los tres al unísono. Y le contaron cómo era...

¡El Arco Iris quedó fascinado y quiso irse también con ellos!


Y andando andando, ¡llegaron a Paris! y cuando pensaban que se recorrerían el mundo entero ¡allí estaba el cole mágico!



Se llamaba Ecole Maternelle Pajol, y la magia en ese colegio la pusieron los particulares magos de Oz del estudio Palatres et Leclere Architectes, que son quienes con su barita mágica convierten edificios antiguos en auténticos mundos fantásticos en los que uno quiere quedarse a vivir.

Y allí se quedaron para siempre el caracol rojo, el columpio y el arco iris... Y Rosita, bueno... ¡Rosita cumplió su sueño! que no es poco... Y pensó:

- ¡Mamá está en lo cierto! ¡Si persigues tu sueño, se hace realidad!

¿No crereis que Rosita tiene razón?

Pues colorín colorado...



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