5,6,7,8 y 5,6,7,8, y uno para adelante, y dos para atrás, tikitita-ta, vuelta salto y a empezar! 5,6,7,8 y uno para adelante…
¡uy perdonadme! Es que estoy emocionadísima con las clases de baile que hago con mamá. ¡Si! ¡Con mamá!
Al principio cuando nací el peor momento era cuando mamá me
dejaba con la canguro adolescente para irse a bailar con sus amigas…Me quedaba tan
aburrida con esa sinsubstancia que no sabía ni poner un pie delante del otro
para formar un paso. Ni música, ni juegos, ¡nada! Me plantaba la tele mientras se
wasapeaba con sus coleguis y punto. Pues eso ¡se acabó!
Porque ahora mamá le dice a sus amigas que no puede quedar
porque tiene que irse a baile conmigo ¿qué os parece?
Pues esto es gracias a escuelas como “Forma mamá” que se
dieron cuenta que mamá y yo nos necesitamos en estos momentos mucho más la una
a la otra. ¡Hasta bailábamos con el carrito y todo! Eso también lo hacen en Mamás en movimiento que fomentan el ejercicio al aire libre entre mamás y bebés en cochecitos.
¡Hasta se lanzaron a hacer una carrera! ¡No perdáis detalle!
Y qué mejor que hacer ejercicio juntas con Aerobebe, ejercicios aeróbicos
en sala, o mover las caderas con La Danza del vientre, trasladarnos al Caribe
con la Zumba bebe, o relajarnos con el Yoga y desconectar, ella de mis
llantinas de mocosa pesada y yo de sus
hormonas locainas.
También está el Taichí, los entrenamientos personalizados,
así como clases pre-parto. Porque aunque no lo creáis estando ahí dentro uno se
apoltrona muchísimo, que dice mamá... y está comprobado que las mamis que hacen
ejercicio durante el embarazo engendran niños con mejores habilidades motoras. Y claro... por eso tengo yo este don para danzar…
¡Todo son ventajas! Sobre todo cuando pierdes de
vista a la canguro adolescente que te enchufa a la tele con el espantosamente feo de Bob Esponja...
Así que…¿bailamos?
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