miércoles, 26 de septiembre de 2012

Leo y sus vicios



Mamá dice que tengo mucho vicio y es que ¿quién no iba a tenerlo? ¡mis padres lo tienen también! Todo comenzó hace unos meses. Papá dijo que un amigo le había recomendado un italiano…


-       PAPA.- Geppeto me ha recomendado “la Parpadella”, un restaurante italiano.

-      MAMA.- ¡Ma qué cosa! ¿Otro italiano? ¡Per favore! ¿Geppeto te lo ha recomendado? ¡Per favore! La última vez que Geppeto nos recomendó un restaurante terminaste tú con un cólico que ..¡mamma mia!, y yo un dolor de cabeza de mil demonios por escuchar a ese tenor de mil demonios que venía directo del infierno del mismísimo Dante para martillearme la cabezota. ¡NO! ¡Italiano nevermore!

-    PAPA.-  Mujer que éste es bueno de verdad, ¡me lo ha confirmado Andrea!

-    MAMÁ.-  ¿Andrea?, ¿te refieres a Andrea el “chico” de tu oficina con nombre de mujer? Ese no me da ninguna credibilidad con ese nombre de fémina pegada a una cara de gladiador romano ¡No insistas! Seguro que allí pides un ravioli y te sirven una panceta, ¡no, no, no!

-     PAPA.- Mujer, me han dicho que durante la comida hay talleres para niños, así que mientras comemos los dos, tú y yo, en plan romántico... cosa que llevamos años sin hacer... Leo se lo pasará bomba disfrazado de gladiador romano con otros niños, y está perfectamente organizado porque les cuida un monitor. Así que podremos relajarnos, tu y yo, mi bella donna, mi prima donna…disfrutar de la comida, tomarnos después un limoncello, un capuchino…

-     MAMA.- Ayyyy ¡Dios!, ¡espero no arrepentirme! Pero bueno, por Leo lo que sea…


Y así fue como después de esta conversación tan familiar, mamá colgó el delantal los fines de semana para ir a comer a “La parpadella” o “Al pomodoro”, dos restaurantes de la cadena “Vicios italianos”, que crearon el proyecto de los Happy vicios bambino, talleres y actividades creativas para niños durante los almuerzos de los padres.


Cuentacuentos, teatro, cocina…¡de todo!



Y ahora en septiembre vuelven con los coles para quitarnos la depresión postvacacional infantil, y después ¡otro de piratas!




Yo me alimento de arte y cubro mi faceta artística y papa y mama, bueno ¡ellos se alimentan que da gusto! 



Así que como comprenderéis, sí, tengo mucho vicio, y mi vicio es italiano, happy y bambino. ¡Madona!