miércoles, 17 de octubre de 2012

Margot y su magdalena "con G"



MARGOT.- Mamá, me pasé la noche en una nube...
MAMÁ.- ¿Una nube?
MARGOT.- Si, si, pero era una nube en forma de madalena...
MAMÁ.- ¿Si?
MARGOT.- Era blandita, esponjosa, olía a canela y limón...
MAMÁ.- ¡Para ya Margot! Estoy a régimen y vas tú y me hablas de magdalenas.
MARGOT.- Mamá ¿Magdalena es con g o Madalena es sin g?
MAMÁ.- Como tú la hayas imaginado...
MARGOT.- Ay mami....no creo que existe esa madalena sin g o con g...
MAMÁ.- ¿Crees que no? ¡Vamos a desayunar fuera!
MARGOT.- ¿Y el régimen?
MAMÁ.- El régimen me lo dejo en casa esta mañana...

Y así fue como mamá y yo nos fuimos a desayunar a "La Magdalena de Proust" ¡con g!
¡Y es que esa g era muy importante porque a la Magdalena de Proust no le sobra nada de nada!


En la calle Requeros 8 de Madrid encontraréis este multiespacio que se convierte en un auténtico sueño para los amantes de la gastronomía más natural y evocadora...  ¿No lo empiezas a oler?

¡Entra conmigo! 


Sí, ¡este olor era el de mi nube! Y ahora pienso que esa magdalena recién hecha sobre la que descansaba en mi sueño, no podía provenir de otro lugar que no fuera su delicado obrador, desde el que se hornean los más riquísimos panes y bollos elaborados con las materias primas cuidadosamente escogidas y ecológicas. Ummmmm!!!!


En sus 200 metros cuadrados se condensan olores de siempre, los que nos conquistaban en la cocina de la abuela, con sus olores viajando desde el barrio a las mismas nubes.

En su tienda encontraréis sus frutas y verduras nacidas en la huerta que ellos mismos cultivan y que llegan a nosotros cada día con su mejor sonrisa, color y sabor.


Además de quesos, aceites, carnes...

Si quieres puedes aprender en su laboratorio-escuela cómo cocinar con mimo sus productos orgánicos.  "Así aprenderás a adorar como ellos la gastronomía desde el respeto y la defensa de las materias primas". Eso me dice mami. ¡No veo el momento de que me enseñen!



Si llegas a quererlos tantos como yo a mi magdalena, puede que una noche, de pronto, te veas durmiendo como yo, feliz y calentita sobre una de ellas. ¿Por qué no?

¿O a caso a ti no te gustan las magdalenas con g o sin g?

http://www.lamagdalenadeproust.com/



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